- Joined
- May 8, 2002
- Posts
- 361,891
- Reaction score
- 43
You must be registered for see images attach
MÚNICH -- Camilla Rothe estaba a punto de salir a cenar cuando el laboratorio del gobierno la llamo para darle la sorprendente noticia de que la prueba que habia solicitado resulto positiva. Era el 27 de enero. Acababa de descubrir el primer caso del nuevo coronavirus en Alemania.Sin embargo, el diagnostico no tenia sentido. Su paciente, un empresario de una compañia cercana de autopartes, solo pudo haberse infectado a traves de una persona: una colega que estaba de visita desde China. Nadie penso que esa colega pudiese tener el virus.La visitante habia parecido perfectamente sana durante su estancia en Alemania. No tosio ni estornudo ni mostro señales de fatiga ni fiebre durante dos dias de largas reuniones. Les dijo a sus colegas que habia comenzado a sentirse enferma despues de su vuelo de regreso a China. Dias mas tarde, dio positivo a la prueba de coronavirus.En ese momento, los cientificos creian que solo las personas con sintomas podian propagar el coronavirus."Las personas que saben mucho mas acerca del coronavirus que yo estaban absolutamente seguras", recordo Rothe, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital de la Universidad de Munich.Sin embargo, si los expertos se equivocaban --si el virus podia propagarse mediante enfermos aparentemente sanos que aun no habian desarrollado sintomas-- las ramificaciones eran posiblemente catastroficas. Las campañas publicas de concientizacion, los filtros en los aeropuertos y las politicas de confinamiento en caso de enfermedad quiza no lo detendrian. Tal vez se requeririan medidas mas agresivas: ordenarle a las personas sanas que usen cubrebocas, por ejemplo, o restringir los viajes internacionales.Rothe y sus colegas fueron algunos de los primeros en advertirselo al mundo. Sin embargo, aunque se acumulaban las pruebas de otros cientificos, los principales funcionarios de salud expresaron con una seguridad inquebrantable que la propagacion asintomatica no era importante.En los dias y semanas siguientes, los politicos, funcionarios de salud publica y academicos rivales menospreciaron o ignoraron al equipo de Munich. Algunos se esforzaron de manera activa para socavar las advertencias en un momento crucial, mientras la enfermedad se propagaba sin dar señales.Entrevistas con medicos y funcionarios de salud publica en mas de una decena de paises muestran que durante dos meses cruciales --y ante las pruebas geneticas cada vez mas numerosas-- los funcionarios de salud y los lideres politicos occidentales restaron importancia o negaron el riesgo de la propagacion asintomatica. Las principales agencias en materia de salud, incluyendo la Organizacion Mundial de la Salud y el Centro Europeo para la Prevencion y el Control de las Enfermedades, proporcionaron consejos contradictorios y a menudo confusos. Un dialogo crucial de salud publica se convirtio en un debate semantico acerca de como llamar a las personas infectadas sin sintomas evidentes.El retraso de dos meses fue producto de suposiciones cientificas defectuosas, rivalidades academicas y, quiza lo mas importante, una reticencia a aceptar que contener el virus requeriria medidas drasticas. La resistencia a las pruebas emergentes fue parte de la respuesta lenta del mundo al virus.Es imposible calcular el numero de victimas que causo ese retraso, pero los modelos sugieren que las acciones tempranas y agresivas quiza habrian salvado decenas de miles de vidas.Ahora se acepta de manera generalizada que las personas al parecer sanas pueden propagar el virus, aunque sigue siendo incierto a que nivel han contribuido a la pandemia. Aunque varian los calculos, los modelos que usan datos de Hong Kong, Singapur y China sugieren que del 30 al 60 por ciento de la propagacion ocurre cuando las personas no muestran sintomas.Incluso ahora, con mas de nueve millones de casos en todo el mundo y un numero de muertes que se acerca a las 500.000, la COVID-19 sigue siendo un acertijo sin respuesta. No obstante, esta claro que varios paises han errado en su respuesta, subestimado el virus e ignorado sus propios planes de emergencia.Tambien es dolorosamente claro que el tiempo era un elemento esencial para frenar el virus, y que se malgasto demasiado.La noche de la primera prueba positiva de Alemania, Rothe redacto un correo electronico dirigido a una decena de medicos y funcionarios de salud publica."Las infecciones de hecho pueden transmitirse durante el periodo de incubacion", escribio.Tres empleados mas de Webasto, la compañia de autopartes, dieron positivo el dia siguiente. Sus sintomas eran tan leves que, normalmente, es probable que ninguno hubiera sido señalado para hacerse la prueba ni hubieran pensado en quedarse en casa.Rothe decidio que debia sonar la alarma. Su jefe, Michael Hoelscher, envio un correo electronico a The New England Journal of Medicine. "Creemos que esta observacion es de suma importancia", escribio.Los editores respondieron de inmediato. ¿Cuan pronto podrian ver el articulo?La mañana siguiente, el 30 de enero, funcionarios de salud entrevistaron a la empresaria china por telefono. Hospitalizada en Shanghai, explico que habia empezado a sentirse enferma en el vuelo de regreso a casa. En retrospectiva, quiza habia tenido dolores o fatiga leves, pero los habia atribuido a un largo dia de viajes.Cuando los funcionarios de salud describieron la llamada, Rothe y Hoelscher rapidamente terminaron y enviaron su articulo. Rothe no le hablo a la paciente, pero dijo que recurrio al resumen de la autoridad sanitaria.En cuestion de horas, se publico en linea.Sin embargo, lo que no sabian los autores era que, en un suburbio a veinte minutos de distancia, otro grupo de medicos tambien se habia apresurado a publicar un informe. Ninguno sabia en que estaba trabajando el otro, una diferencia aparentemente pequeña que tendria implicaciones globales.Divisiones academicasEl segundo grupo estaba conformado por funcionarios de la autoridad sanitaria bavara y la agencia nacional de salud de Alemania, conocida como Instituto Robert Koch. Su equipo, dirigido por la epidemiologa bavara Merle Bohmer, envio un articulo a The Lancet, otra revista medica de primera. Sin embargo, el grupo hospitalario de Munich los habia superado por tres horas.Bohmer dijo que el articulo de su equipo, que como resultado no fue publicado, habia llegado a conclusiones similares, pero las redactaron de manera ligeramente distinta. Rothe habia escrito que los pacientes parecian ser contagiosos antes del inicio de cualquier sintoma. El equipo del gobierno habia escrito que los pacientes parecian ser contagiosos antes del inicio de todos los sintomas, en un momento en que los sintomas eran tan leves que la gente quiza ni siquiera los reconocia.Despues de dos largas llamadas telefonicas con la mujer, los medicos del Instituto Robert Koch estaban convencidos de que simplemente no habia podido reconocer sus sintomas. Escribieron al editor de The New England Journal of Medicine para poner en duda los hallazgos de Rothe.La revista no publico la carta. Sin embargo, ese no seria el fin de la historia.Ese fin de semana, Andreas Zapf, dirigente de la autoridad sanitaria bavara, llamo a Hoelscher, de la clinica de Munich. "Mira, la gente de Berlin esta muy enojada por tu publicacion", dijo Zapf, segun Hoelscher.Sugirio cambiar la redaccion del informe de Rothe y reemplazar su nombre con el de los miembros del grupo de trabajo del gobierno, comento Hoelscher. No obstante, el se rehuso.La agencia sanitaria no quiso hablar de la llamada telefonica.Hasta entonces, dijo Hoelscher, su informe habia parecido directo. Ahora era claro: "Politicamente, este era un gran problema".El lunes 3 de febrero, la revista Science publico un articulo en el que describio el informe de Rothe como "defectuoso". Science informo que el Instituto Robert Koch le habia escrito al New England Journal para rebatir sus hallazgos y corregir un error.El Instituto Robert Koch rechazo varias solicitudes de entrevista a lo largo de varias semanas y no respondio a las preguntas escritas.El informe de Rothe rapidamente se convirtio en simbolo de las investigaciones apresuradas. Los cientificos dijeron que debio haber hablado con la paciente china antes de publicar el articulo y que la omision habia socavado el trabajo de su equipo.Si el articulo de Rothe implicaba que los gobiernos quiza debian tomar mas medidas en contra de la COVID-19, la reaccion negativa del Instituto Robert Koch era una defensa implicita del pensamiento convencional.Inmediatamente despues del informe de Rothe, la OMS señalo que los pacientes podrian transmitir el virus antes de mostrar sintomas. Sin embargo, la organizacion tambien enfatizo un punto que sigue defendiendo: los pacientes con sintomas son los principales motores de la pandemia.No obstante, en cuanto se publico el articulo de Science, la organizacion entro directamente al debate en torno al trabajo de Rothe. El martes 4 de febrero, Sylvie Briand, directora de preparacion a las enfermedades infecciosas de la agencia, publico un enlace en Twitter que llevaba al articulo de Science, y dijo que el informe de Rothe era defectuoso.Con ese tuit, la OMS se enfoco en una distincion semantica que nublaria el dialogo durante meses: ¿la paciente era asintomatica, lo que significa que jamas mostraria sintomas? ¿O presintomatica, lo cual implicaria que se enfermaria mas tarde? O algo aun mas confuso: ¿era oligosintomatica, es decir, que tenia sintomas tan leves que no los reconocio?En la segunda semana de febrero, Bohmer, del equipo bavaro de salud, recibio una sorprendente llamada telefonica.Los virologos habian descubierto una mutacion genetica sutil en las infecciones de dos pacientes del foco infeccioso de Munich. Se habian cruzado durante un momento muy breve: uno le paso el salero al otro en la cafeteria de la compañia, cuando ninguno tenia sintomas. Su mutacion compartida dejo claro que uno habia infectado al otro.Bohmer se habia mostrado esceptica acerca de la propagacion asintomatica. Pero ahora no habia duda.Ahora fue Bohmer quien sono la alarma. Dijo que de inmediato compartio el hallazgo, y su importancia, con la OMS y el Centro Europeo para la Prevencion y el Control de Enfermedades.Ninguna organizacion incluyo el descubrimiento en sus informes regulares.La OMS aun afirma que las personas que tosen o estornudan son mas contagiosas que las personas que no. Sin embargo, no hay consenso cientifico acerca de la importancia de esta diferencia o como afecta la propagacion del virus.Los funcionarios de salud publica consideraron que era peligroso promover el riesgo de los propagadores silenciosos. Si poner en cuarentena a las personas enfermas y rastrear a sus contactos no podia contener de manera confiable la enfermedad, los gobiernos quiza abandonarian esos esfuerzos por completo. Ademas, evitar la propagacion silenciosa requeria una iniciativa energica de pruebas generalizadas, pero en ese entonces era imposible en la mayoria de los paises.Los funcionarios europeos de salud dijeron que se mostraban renuentes a reconocer la propagacion silenciosa porque las pruebas estaban llegando poco a poco y las consecuencias de una falsa alarma habrian sido graves.En retrospectiva, los funcionarios de salud debieron haber dicho que si: la propagacion asintomatica estaba ocurriendo y no entendian cual era su prevalencia, comento Agoritsa Baka, doctora estadounidense senior. Sin embargo, hacerlo, dijo, habria sido igual a una advertencia implicita a los paises: lo que estan haciendo quiza no sea suficiente.Para principios de marzo, mientras la OMS seguia afirmando que la transmision asintomatica era poco comun, la ciencia estaba tomando la direccion opuesta.Los investigadores de Hong Kong calcularon que el 44 por ciento de las transmisiones de COVID-19 ocurrian antes de que comenzaran los sintomas, un calculo que coincidia con un estudio britanico que señalo que ese numero alcanzaba el 50 por ciento.El estudio de Hong Kong concluyo que las personas se volvian infecciosas alrededor de dos dias antes de que surgiera su enfermedad, con un punto algido en su primer dia de sintomas. Para cuando los pacientes sentian el primer dolor de cabeza o la primera molestia en la garganta, quiza estuvieron propagando la enfermedad durante dias.En Munich, Hoelscher se habia preguntado varias veces si las cosas habrian sido distintas si los lideres del mundo se hubieran tomado en serio el asunto antes.Aun asi, la OMS esta enviando señales confusas. A principios de este mes, Maria Van Kerkhove, la dirigente tecnica de la respuesta al coronavirus de la organizacion, repitio que la transmision de los pacientes asintomaticos era "muy poco comun". Despues de que los medicos se quejaron, la agencia dijo que hubo un malentendido."Para ser totalmente honesta, aun no tenemos un panorama claro al respecto", comento Van Kerkhove.De regreso en Munich, quedan pocas dudas. Bohmer, la medico del gobierno bavaro, publico un estudio en The Lancet el mes pasado basado en entrevistas e informacion genetica exhaustivas para rastrear de manera metodica todos los casos del foco de infeccion.En los meses posteriores a las pruebas que Rothe le hizo a su primer paciente, dieciseis personas infectadas fueron identificadas y detectadas de manera temprana. Las iniciativas energicas de pruebas y el rastreo impecable de contactos contuvieron la propagacion.El estudio de Bohmer hallo transmisiones "importantes" de personas asintomaticas o con sintomas excepcionalmente leves y no especificos.Rothe y sus colegas fueron citados.This article originally appeared in The New York Times.(C) 2020 The New York Times Company
Continue reading...